Si y no. La realidad es que cuanto mas
deprisa corres, mayor es la cantidad de calorías que gastas. Es
cierto que a un ritmo lento las calorías que se queman provienen de
la grasa, pero el gasto calórico total al final del entrenamiento es
menor que cuando se corre rápido.
Al aumentar la intensidad del ejercicio
disminuye el porcentaje de la utilización de grasas como fuente de
energía, sin embargo en cifras absolutas se quema mayor cantidad de
grasa.
Es importante saber que el aumento de
la velocidad hay que planificarlo muy bien, pues si al principio te
empleas demasiado o por encima de tus posibilidades, al final lo
acabaras pagando y no aguantaras el tiempo suficiente.
En consecuencia tardaras mas en
conseguir tu objetivo y emplearas mas días para deshacerte de esos
michelines.
Un calculo rápido a modo de ejemplo:
Si corres a un ritmo alto como para
quemar 800 calorías por hora, lo mas probable es que no aguantes mas
de 30 minutos. Por lo tanto habrás gastado un total de 400 calorías.
Por el contrario si corres durante una
hora seguida a un ritmo moderado, 10-15 km/h gastaras 600 calorías.
La conclusión final es que es mas
efectivo correr durante un largo periodo de tiempo a un ritmo
moderado para quemar grasa