De un tiempo a esta parte me he dado cuenta
que mi profesión, el entrenamiento personal, se está viendo afectado, no solo
por la crisis q nos ataca a todos, sino por cierta gente. Cierta gente que
puede que sin ninguna mala intención, está entorpeciendo el negocio de muchos
entrenadores.
Todos hemos
visto alguna vez a alguien en el gimnasio dar consejos a quien los pide,
necesita, o se ve claramente perdido, eso es algo normal. El problema viene
cuando las personas van ex profeso al gimnasio a creerse algo que no son.
Una persona por quedar bien delante de los amigos o de la gente del gimnasio en
general adopta una tesitura de supuesto entrenador personal, y se cree que por
haber visto en internet algunos vídeos de Arnold y buscado lo que come un culturista
ya es entrenador personal y se está capacitado para entrenar a alguien.
Grave error, este tipo de personas son un peligro, pues no tienen la más mínima
noción de lo que es un entrenamiento y son los primeros que te preguntan cuando
estás haciendo un ejercicio, que se sale de lo que ellos conocen, para que
sirve.
Mas grave es si cabe el caso de las
personas que se descargan 2 aplicaciones para su teléfono y ya se creen que saben
lo que están haciendo.
Para visualizar este caso me gustaría poner como
ejemplo una experiencia REAL:
Yo he tenido
una tendinitis del supraespinoso, que es una lesión muy habitual en los
nadadores, y hablé con este tipo de personas preguntándole si me puede
aconsejar algo. Bien pues para empezar son ellos los primeros en preguntar dónde
está el supraespinoso, demostrando así los vastos conocimientos de anatomía que
tienen.
Pero la cosa
no acaba ahí, para intentar solucionarlo te dicen que hagas ejercicios de
hombro para fortalecer. Si yo hiciese eso, ahora mismo estaría en el hospital
con una lesión muy severa, pues al tratarse del hombro tengo que tener especial
cuidado pues actúa en 3 planos, frontal, lateral y transversal (rotación).
A este tipo de gente, en mi opinión personal, no se les debería dejar entrar a
un gimnasio, porque siempre están molestando, son las típicas personas que al
ir con su grupete de amigos se creen los reyes del mambo, y ya estoy harto,
harto de ver como algo que a mí me gusta que es la preparación física se ve
truncada por tontos que consideran más importante tener unos brazos grandes a
estar en forma. Porque es así, si tu metes en el agua a una persona así no te
va a hacer ni 100m (4 largos) o si les dices de salir a correr se ríen, cuando
tanto yo como ellos sabemos que no aguantarían más de 8 minutos seguidos
corriendo. Y la cosa no acaba ahí, porque dentro de un gimnasio las
posibilidades de trabajar tu cuerpo son altísimas, pero no, estas personas son fácilmente
reconocibles porque JAMÁS las veras haciendo un trabajo de pierna, solo trabajo
de tren superior PECHO-BICEPS y ESPALDA-TRICEPS, para eso viven.
Es muy triste que esta profesión se vea manchada y salpicada por este
intrusismo tan descarado y a menos que uno mismo quiera entrar en discusión con
ellos, lo cual no merece la pena, la batalla está perdida ya que los monitores
de gimnasio no dicen nada y son los que deberían estar preocupándose por los
clientes que hay en sus instalaciones, porque esta gente repito que son un
peligro.